Salud mental

El ego es parte de la personalidad. ¿Tu ego está alto?

Mucha gente se queja de que las personas más cercanas a ellos tienen un ego elevado. ¿O eres tú quien tiene un ego por las nubes? ¿Qué diablos es ese ego? ¿Por qué tener un ego elevado siempre se asocia con un carácter negativo?

¿Tu ego está alto?

La forma más fácil de determinar si su ego está en juego es hacer una de estas dos preguntas:

  • ¿Me siento superior a los demás?
  • ¿Me siento inferior a otras personas?

Si respondió afirmativamente a cualquiera de las preguntas anteriores, es probable que su ego se esté apoderando de su mente.

El ego es parte de tu personalidad

Sigmund Freud, un psicólogo muy conocido, dijo una vez que la personalidad humana consta de tres componentes principales: el ello, el yo y el superyó. En pocas palabras, el ego es parte de la identidad que construimos nosotros mismos.

Todas las creencias que aprecia sobre sus principios, aspectos de personalidad, talentos, habilidades y / o habilidades, ayudan a construir su ego. Es por eso que el ego a menudo se asocia con la confianza en uno mismo o la autoestima. El ego es la parte del yo que tiene como objetivo buscar la aprobación de quienes nos rodean.

En última instancia, el ego te ayuda a moldear tu propia imagen. La autoimagen se forma cuando tenemos una idea sobre un aspecto de nosotros mismos con el que también estamos de acuerdo. Por ejemplo, "No soy bueno en matemáticas", "Soy inteligente", "No le agrado a nadie" o "Soy mejor que tú".

Al creer estas cosas, también estás reflejando gradualmente esas ideas en tu comportamiento diario de modo que no parezcas ser bueno en matemáticas, por ejemplo, cuando en realidad, es posible que no lo seas.

Se puede decir que el ego es la capa más externa de protección que ha construido hasta ahora. El ego siempre se centra en los intereses de ponerse a uno mismo primero y no se preocupa por las realidades de los demás. El ego también juega en tu mente, que cuando algo sale mal, alguien más tiene la culpa, mientras que tú siempre estás en la posición correcta.

Por eso, a veces, el ego se convierte en signo de un carácter menos encomiable.

Varias formas de controlar un ego elevado

Básicamente, el ego no siempre es negativo. El ego puede ser algo positivo si sabes cómo controlarlo. Las investigaciones muestran que las personas que no ponen su ego por encima de todo lo demás son las personas más felices.

1. Comprende que la vida es un proceso.

Al ego no le importa el proceso. Siempre que pueda obtener los resultados deseados y superar con creces a los demás, el ego puede estar satisfecho. Desafortunadamente, seguir un ego elevado te impide disfrutar de la vida.

El ego siempre te hará sentir como un perdedor, si no logras algo. Para eso, supera tu ego disfrutando de cada proceso de la vida y haciendo tu mejor esfuerzo.

Cuando inculques en tu mente que la vida es un viaje, no un destino, te darás cuenta de que el proceso es mucho más importante que el resultado. En el proceso, pasamos por varias fases, desde la felicidad, la tristeza, el enojo y otras cosas que pueden hacer que la vida sea mucho más significativa. Tú también puedes aprender de experiencias pasadas.

2. No te tortures deseando "qué pasaría si" por algo que ha sucedido

Tienes que admitir que en la vida no todo sale como quieres. A veces, las cosas salen exactamente al revés de lo que esperas y esa es la mejor manera de que suceda.

Lamentar las cosas que han sucedido y pensar en ellas con demasiada profundidad no cambiará nada. Tu ego te conducirá a otros pensamientos negativos si no lo controlas. Tenga en cuenta que lo que quiere no siempre es lo que necesita.

3. No te compares con los demás

El ego es el deseo interior de comparar siempre tu valor con el de los demás. Si sientes que tus logros no son tan exitosos como los de tu amigo de al lado, tu ego te castigará y te hará sentir inferior e inútil.

Si no puede controlarlo, entonces no se está respetando a sí mismo. Por otro lado, si tienes éxito en algo y golpeas a los demás, tu ego te hará creer que eres superior e invencible.

Básicamente, compararse con los demás está bien, siempre que sea en un contexto positivo. Pero todavía tienes que poder juzgarte a ti mismo subjetivamente. Cada ser humano es un individuo único y no se puede comparar entre sí. Si no trata de compararse con los demás, se centrará más en aprender a respetarse a sí mismo.

4. Conoce tu motivación

Al hacer cualquier cosa, debe saber qué le impulsó a hacerlo. Tu ego te obligará a estar motivado por lo que quieres lograr y dominar, mientras que tu yo normalmente dice lo contrario.

Quiere hacer algo porque siente que obtendrá lecciones valiosas que son importantes para la vida. Tenga en cuenta que siempre puede aprender de un proceso, incluso si no funciona.

5. Practica el perdón y la sinceridad

La forma más poderosa de aprender a soltar el ego es ser una persona indulgente. Debes aprender a perdonar a quienes te lastimaron y, lo más importante, aprender a perdonarte a ti mismo. Dejar ir lo que no puedes controlar es una forma sencilla de controlar tu ego.

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