Nutrición

Alimentos funcionales, tipos de alimentos enriquecidos con nutrientes suplementarios para la adecuación nutricional

Durante este tiempo, es posible que vea varios tipos de productos alimenticios que se dice que son saludables. Con los avances de la tecnología, los humanos crean alimentos que están fortificados con ciertos nutrientes para producir alimentos más saludables. Un tipo de comida que puede escuchar a menudo es la comida funcional. ¿Qué es realmente?

¿Qué son los alimentos funcionales?

Los alimentos funcionales son alimentos o bebidas que están fortificados con ciertos nutrientes o sustancias (como vitaminas, minerales, fibra y probióticos) más allá de los nutrientes naturales que ya están presentes en estos alimentos. Con ello se pretende agregar valor a los alimentos para que puedan tener un efecto positivo en la salud más allá del valor nutricional básico existente.

¿Cuáles son algunos ejemplos?

Los alimentos funcionales cubren una amplia gama de productos alimenticios. Desde alimentos elaborados con ciertos ingredientes funcionales (p. Ej., Productos lácteos que contienen probióticos) hasta alimentos básicos enriquecidos con ciertos nutrientes (como cereales enriquecidos con ácido fólico, aceite de cocina enriquecido con vitamina A, huevos enriquecidos con tamarindo) grasas omega-3 y muchas más).

Ejemplos de ingredientes funcionales que comúnmente se agregan a los alimentos son:

  • Los probióticos son las mismas bacterias buenas que las bacterias del intestino. Comer alimentos que contengan probióticos puede mejorar su salud intestinal.
  • Los prebióticos pueden estimular el crecimiento de bacterias buenas en los intestinos e inhibir el crecimiento de bacterias malas en los intestinos, mejorando así la salud intestinal.
  • Los estanoles y esteroles pueden tener un efecto reductor del colesterol, por lo que estos ingredientes a menudo se agregan a las margarinas bajas en grasa.

¿Son estos alimentos beneficiosos para la salud?

A menudo, los alimentos funcionales están etiquetados con ciertas declaraciones de propiedades saludables que indican que pueden ser beneficiosos para la salud. Quizás esto sea cierto. Sin embargo, usted, como consumidor, debe ser inteligente al elegir los alimentos. No pocas veces, estas afirmaciones también son engañosas, así que no sea fácil de creer.

Es importante que vuelva a mirar entre los alimentos a los que se les han agregado nutrientes o ingredientes funcionales. Averigüe si las sustancias agregadas a los alimentos pueden ser absorbidas por los alimentos. Y, después de comer estos alimentos funcionales, ¿siente el impacto en su salud, por ejemplo, en la presión arterial o el colesterol en sangre?

Recuerde, la comida funcional no es una comida sustituta.

Aunque los alimentos funcionales contienen una variedad de nutrientes que pueden promover la salud y ayudarlo a obtener los nutrientes que necesita, aún no pueden reemplazar los nutrientes naturales que se encuentran en los alimentos. Aún debe intentar satisfacer sus necesidades nutricionales llevando una dieta nutricional equilibrada (consumo de fuentes alimenticias de carbohidratos, proteínas vegetales, proteínas animales, verduras y frutas).

Después de todo, los alimentos funcionales solo pueden proporcionar beneficios para la salud, no soluciones a sus problemas de salud. Puede agregar alimentos funcionales a su dieta diaria como alternativa a los alimentos saludables. Pero no olvide seguir comiendo otros alimentos frescos que contengan nutrientes naturales.

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