Salud digestiva

Inflamación del hígado y el bazo (hepatoesplenomegalia), ¿qué la causa?

Para funcionar correctamente, el cuerpo cuenta con la asistencia de muchos órganos internos. Dos órganos internos que tienen una función importante son el hígado y el bazo. El bazo juega un papel importante en la detección de microorganismos que causan enfermedades y en la creación de anticuerpos para combatirlos. Mientras tanto, el hígado trabaja para eliminar las toxinas de la sangre, procesar las proteínas y ayudar al sistema inmunológico del cuerpo a combatir las infecciones. Si estos dos órganos se alteran, la función normal del cuerpo se verá alterada. Uno de los trastornos que más a menudo ataca a estos dos órganos es la hepatoesplenomegalia, que es la inflamación del hígado y el bazo al mismo tiempo.

¿Qué es la hepatoesplenomegalia?

La hepatoesplenomegalia es un trastorno que causa que el hígado (hepato) y bazo (espleno) se hincha más allá de su tamaño normal (mega). Cuando el hígado y el bazo se inflaman, no pueden funcionar normalmente.

No todos los casos de hepatoesplenomegalia son afecciones graves. La mayoría de los casos se pueden tratar fácilmente con tratamientos simples. Sin embargo, eso no significa que pueda ignorar esta molestia.

La inflamación del hígado y el bazo al mismo tiempo puede ser un síntoma de problemas de salud graves, como trastornos de almacenamiento lisosómico o incluso cáncer.

¿Quién tiene mayor riesgo de hepatoesplenomegalia?

Una persona será más susceptible a la hinchazón del bazo y el hígado si tiene:

  • Diabetes.
  • Colesterol alto.
  • Obesidad.

Las personas que han compartido agujas con otras personas, por ejemplo, mientras consumen drogas, también corren el riesgo de padecer esta afección.

Síntomas de hinchazón del hígado y el bazo.

Hay varios síntomas que surgen debido a la hinchazón del hígado y el bazo, como:

  • El estómago se hincha.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fiebre.
  • Dolor abdominal en la parte superior derecha y doloroso al tacto.
  • Picazón en la piel.
  • Ictericia (ictericia), caracterizada por coloración amarillenta de la piel y los ojos.
  • La orina es marrón.
  • Las heces son de color arcilla.
  • Fatiga sin causa.

Causas de hinchazón del hígado y el bazo.

Estos dos órganos internos están próximos entre sí. Cuando el hígado se hincha, el tamaño aumentado del hígado ejerce presión sobre el bazo. Esta gran presión puede bloquear el flujo de sangre al bazo, lo que hace que se hinche y se agrande.

Varias afecciones pueden causar hinchazón del hígado y el bazo, que incluyen:

  • Infecciones, como hepatitis C, VIH, sífilis o sepsis.
  • Enfermedad crónica del hígado, como hipertensión portal.
  • Leucemia (cáncer de sangre).
  • Enfermedades metabólicas, como el síndrome de Hurler, la enfermedad de Niemann-Pick y la enfermedad de Gaucher.
  • Osteopetrosis, una enfermedad hereditaria que hace que los huesos sean más duros y densos de lo normal.
  • Lupus eritematoso sistémico, el tipo más común de lupus.
  • Amiloidosis, una acumulación anormal y rara de proteínas plegadas.
  • Deficiencia doble de sulfatasa, una rara deficiencia enzimática.

No solo los adultos, los niños también pueden verse afectados por esta enfermedad. Las causas comunes de hepatoesplenomegalia en los niños son la sepsis (infección bacteriana grave), la malaria, la talasemia y los trastornos de almacenamiento lisosómico (la incapacidad del cuerpo para procesar los glucocerebrósidos).

Tratamiento para la hinchazón del hígado y el bazo.

El tratamiento y la atención de la hepatoesplenomegalia dependen de la causa. Un médico puede recetarle medicamentos específicamente después de ver la causa de su hepatoesplenomegalia, ya sea anemia, VIH, enfermedad hepática o infección. Si la causa de la hinchazón es cáncer, las opciones de tratamiento son quimioterapia, radioterapia y extirpación quirúrgica del tumor.

Además, su médico generalmente le pedirá que adopte un estilo de vida más saludable, como dejar de fumar o reducir el consumo de alcohol, hacer ejercicio con regularidad y comer alimentos saludables. El médico también le pedirá que descanse lo suficiente y que ingiera líquidos corporales adecuados.

Sin embargo, si la afección es grave hasta que el hígado ha comenzado a dañarse, el médico le recomendará que se haga un trasplante de hígado. La razón es que una persona aún puede sobrevivir sin un bazo, pero no podrá vivir sin un hígado (hígado).

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