La falta de líquidos corporales o la deshidratación generalmente ocurre cuando el cuerpo pierde más agua de la que bebemos. La mayor parte del contenido de agua del cuerpo se pierde a través de la piel, que se excreta en forma de sudor. Hay muchas causas de deshidratación, algunas de las cuales es posible que nunca se espere.
¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación?
La deshidratación leve es común, pero no siempre causa síntomas importantes. Los síntomas de deshidratación grave solo aparecen cuando la mayoría de las células del cuerpo han comenzado a carecer de niveles de agua y no se reemplazan después de algún tiempo o se conocen como deshidratación moderada. Algunos de los síntomas que pueden aparecer debido a una deshidratación leve a moderada incluyen los siguientes.
- Somnoliento
- Boca seca
- Sed
- Flujo de orina leve
- Pocas lágrimas
- Estreñimiento
- Piel seca
- Mareos o dolor de cabeza
Mientras que los síntomas de deshidratación moderada a severa pueden causar síntomas como los siguientes.
- Sentirse muy, muy sediento
- Sin sudar
- Hipotensión
- Corazón latiendo rápido
- Respirar demasiado rápido
- Fiebre
- Piel arrugada
- Los ojos se ven hundidos
- Orina oscura
Aunque hay varios síntomas, la deshidratación a menudo no se nota porque pensamos que beber agua es suficiente. De hecho, la causa de la deshidratación no es tan simple como no beber suficiente agua.
Varias condiciones de salud que causan deshidratación.
La deshidratación generalmente ocurre cuando se trabaja en un ambiente de alta temperatura y se hace ejercicio o se experimentan problemas de salud debido a quemaduras, diarrea y otras infecciones del tracto digestivo, además de experimentar síntomas de vómitos y fiebre.
Sin embargo, resulta que hay varias otras afecciones que causan deshidratación de las que es posible que nunca se dé cuenta, como se enumeran a continuación.
1. Diabetes
Una persona que tiene diabetes, especialmente si no es consciente de ello, correrá más riesgo de deshidratarse. La diabetes causa deshidratación porque el cuerpo siempre intentará equilibrar los niveles excesivos de glucosa en sangre al orinar con más frecuencia de lo normal.
2. Menstruación
Las hormonas estrógeno y progesterona afectan los niveles de líquidos del cuerpo. Cuando ambos experimentan cambios, como durante la menstruación, es necesario un consumo regular de agua para mantener el cuerpo hidratado. Además, si la sangre se expulsa demasiado, la pérdida de líquido puede ocurrir a gran escala.
3. Consumo de determinadas drogas
Varios tipos de medicamentos tienen efectos secundarios al aumentar la frecuencia de la micción, uno de los cuales son los medicamentos diuréticos que consumen las personas con hipertensión. Otros medicamentos que causan diarrea y vómitos debido a las náuseas también tienen el potencial de producir un exceso de líquidos corporales.
4. Consumo de alcohol
Uno de los efectos de beber alcohol es evitar que la hormona antidiurética reabsorba los líquidos que se han consumido. El alcohol también tiene un efecto diurético que facilita la expulsión de los líquidos que ingresan a la vejiga. Ambos procesos pueden reducir significativamente los niveles de líquidos corporales. Además, el alcohol puede hacer que una persona consuma menos agua debido a una menor capacidad para sentirse sedienta y cansada.
5. Estrés
El cuerpo puede perder la capacidad de controlar líquidos y electrolitos debido a la disminución de los niveles de la hormona aldosterona provocada por las hormonas suprarrenales y las condiciones de estrés. Cuando se experimenta estrés crónico, el consumo de agua potable puede superar la deshidratación temporalmente, pero el control con estrés puede ayudar a regular la función de líquidos y electrolitos.
6. Dieta baja en carbohidratos
Los carbohidratos son un tipo de nutriente que se almacena junto con el agua, por lo que puede perder tanto peso después de una dieta de carbohidratos. Pero reducir la porción de carbohidratos significa que los niveles de líquidos corporales también pueden disminuir.
7. Síndrome inflamatorio del intestino (SII)
El síndrome inflamatorio del intestino (SII) es una enfermedad que causa diarrea y náuseas. Además, los alimentos que desencadenan el síndrome del intestino irritable son alimentos que contienen mucha agua. Reducir el consumo de alimentos que se cree que desencadenan el síndrome del intestino irritable puede hacer que el cuerpo ingiera menos líquidos.
8. Embarazo y lactancia
Las condiciones del embarazo hacen que una persona necesite más líquidos de lo habitual, especialmente si los líquidos durante el embarazo se desperdician debido a las náuseas matutinas. Además, durante el proceso de lactancia, el contenido de agua del cuerpo también tiende a disminuir junto con los electrolitos, las proteínas y otros nutrientes.
9. Vive en las tierras altas
Cuando vas a zonas más frías, tu cuerpo se adapta aumentando la frecuencia respiratoria y la producción de orina. Ambos procesos son necesarios para equilibrar los niveles de oxígeno de modo que se expulse más líquido a través de la respiración y la micción.
10. Vejez
La vejez hace que una persona sea más susceptible a la deshidratación debido a una menor capacidad para sentir sed o hambre. Los ancianos también tienen más dificultades para sentir los síntomas de la deshidratación y olvidan más fácilmente o no se dan cuenta si no han consumido agua durante mucho tiempo en un día.